Tres parques para descubrir

Una ruta en el verde a través de tres parques públicos, que se encuentran en la zona de piazza della Libertà y de hacho cerca del casco antiguo de Florencia: el Giardino dell’Orticoltura, Parco de Villa Fabricotti y Parco del Museo Stibbert.

El Giardino dell’Orticoltura tiene tres puntos de acceso, pero la entrada monumental está en via Vittorio Emanuele II. Al principio encontramos prados, árboles, parterres y otros elementos, como, por ejemplo: una Biblioteca (que es una de las bibliotecas comunales) y una zona con juegos para niños. A estos se unen los elementos históricos que reflejan el glorioso pasado de este sitio, la logia y el invernadero en vidrio y hierro, el famoso Tepidarium de Giacomo Roster, instalación única en Toscana. Aquí cerca hay una avenida que llega al otro lado del jardín, los Orti del Parnaso, desde este punto es posible admirar un maravilloso panorama sobre Florencia. Elemento curioso de esta parte del parque es la fuente-serpiente realizada con varios materiales y cuya estructura sigue el camino en declive del suelo.

Salimos del Giardino dell’Oricultura tomando via Trento y cruzando primero por via Trieste y luego bajando por via Vittorio Emanuele II, encontramos otra entrada, aquí una escalera monumental llega a Villa Fabbricotti, una pequeña construcción luego transformada en villa en la segunda mitad del siglo XIX y ora sede de despachos.
El jardín en estilo romántico tiene muchos árboles seculares y su estructura está organizada según el camino en decline de la colina de Montughi. Esta villa hospedó la Reina Victoria de Inglaterra desde marzo hasta abril, en 1894 – una placa en mármol lo testimonia.

Desde aquí, pasando a través de una pequeña puerta se entra en un parque público, el Giardino Baden Powell. En pasado se trataba del huerto de Villa Stibbert, mientras que hoy en día los árboles frutales que están allí lo hacen más hermoso, sobre todo en primavera. Saliendo de este jardín, pasamos por otra entrada monumental, la del parco de Villa Stibbert, la antigua residencia de Frederick Stibbert, famoso coleccionista anglo-florentino. La villa es un museo, pero la entrada al jardín de estilo romántico es libre. Se trata de una zona sombrosa con elementos artísticos, como: estatuas y templos, entre los cuales destaca uno egipcio rodeado por un estanque donde viven unos patos.
Todo esto refleja sin duda el interés de la época por el oriente, pero para nosotros es una manera diferente de gozar de las maravillas del pasado y de valorar las relaciones entre mundos diferentes.