
Santuarios y Monasterios con una historia
En esta página proponemos un recorrido de los santuarios y monasterios que, desde el punto de vista artístico, arquitectónico y de la ubicación son aptos para los que aman el arte, tienen unas curiosidades o simplemente interés en el mundo religioso.
Existe una profunda conexión entre religión, arte y arquitectura; elementos que se reúnen en un itinerario único y lleno de fascino, donde las historias de cuatros santuarios que, por ubicación geográfica y acontecimientos, están estrechamente ligadas a Florencia.
Lugar de culto y de ruego, cerca de Florencia, es la Certosa de Florencia o del Galluzzo. Un complejo imponente y fortificado que se recorta en el Monte Acuto (cerca el barrio del Galluzzo), construido por voluntad de Niccolò Acciaiuoli, bancario y amasador en la Corte de los Anjou del Reino de Nápoles, en la segunda mitad del siglo XIV. El estilo arquitectónico y las obras de arte al interior son el fruto de varias intervenciones a lo largo de los siglos. Entre las obras más famosas recordamos las del Pontormo; el gran artista se refugió dentro de este complejo en 1523 durante la peste y aquí pintó los frescos del Claustro Grande. La visita a la Certosa une el aspecto artístico a la hermosead del paisaje que la rodea. Primero fue la casa de los mojes de la orden cisterciense y luego de los dominicos, mientras que ahora pertenece a la Comunidad de San Leolino.
El Convento de Monte Senario es uno de los más famosos y visitados; situado en el norte de la ciudad, goza de un paisaje panorámico sobre Florencia y el valle del Mugello. El monasterio está rodeado por una foresta de abetos y sus orígenes se remontan a 1291, cuando un grupo de nobles florentinos, conocidos como los sietes santos, entregados al ruego y a la renuncia, se refugiaron aquí. En 1412 la construcción originaria fue destruida por el terremoto, así que empezó la construcción del monasterio como lo conocemos hoy. Sería un placer visitar el Monte Senario, adentrándose en la naturaleza.
Impresionante por su mole, austera y elegante, es la Abbazia de Vallombrosa, lugar de espiritualidad desde 1036, cuando su fundador, San Giovanni Gualberto, monje benedictino, se estableció en esos bosques como ermita. Giovanni Gualberto fundó la orden de Vallombrosa pero después de la fundación se trasladó en otros lugares. El complejo se ha ido extendiendo a lo largo de los siglos hasta llegar al siglo XV cuando llegó a su aspecto actual. La abadía está rodeada por la naturaleza y muchas capillas. Pasear por estos bosques será una experiencia única.
La última etapa de nuestro recorrido es la Basilica di Santa Maria all'Impruneta, ubicada en el centro de la ciudad, rodeada por las viñas y las colinas. La basílica de estilo renacentista ha sido meta de peregrinaje por la imagen milagrosa de la Madonna, que llegó en Toscana por San Romolo durante la primera cristianización. El culto de María ganó popularidad durante la peste bubónica en 1348: una solemne procesión acompañaba la Imagen de la Virgen desde la zona de Impruneta hasta Florencia, muchísima gente participaba y los contagios disminuían.
Comune di Firenze
Los lugares
Etapas
Certosa del Galluzzo
La Certosa del Galluzzo es un monasterio fundado en 1342 por el banquero florentino Niccolò Acciaioli que se encuentra encima de una colina a unos kilómetros al sur de Florencia. El conjunto sufrió importantes renovaciones a finales del siglo XV (los claustros) y en el siglo XVI (iglesia y plaza de enfrente). En 1957 su gestión pasó de los Cartujos a los Cistercienses y en 2017 a la Comunidad de San Leolino, formada por laicos y sacerdotes que hoy en día se ocupan de la promoción espiritual y cultural.
La visita comprende la iglesia de San Lorenzo, el Claustro Grande (donde se encuentran las 18 celdas de los monjes), la Sala Capitular, el Refectorio, la Hospedería. En la pinacoteca se pueden admirar los lunetos pintados por Pontormo en 1523 y que representan la Pasión de Cristo.
Monte Senario
El Santuario de Monte Senario se encuentra en un entorno muy característica: una elevación aislada, que puede ser considerado un oasis verde con unas vistas panorámicas, que desde el valle del Mugello llega hasta los Apeninos Tosco-Emiliano. La ermita es una de las más importantes de todo el territorio y según la tradición fue fundada el 8 de septiembre de 1233, el mismo día que nació María, cuando siete monjes florentinos, abandonando sus vidas acomodadas, se retiraron a la vida eremítica y fundaron la Orden de los Siervos de María.
El complejo fue ampliado y enriquecido por Cosme I de Médici en 1539, y renovado al estilo barroco en 1717.
En el interior de la iglesia se conservan valiosas pinturas, entre ellas una Adoración de los Reyes Magos de Cigoli, así como el hermoso coro de madera de 1707, tallado en elegantes formas barrocas. El refectorio acoge la Última Cena de Matteo Rosselli.
No muy lejos de la iglesia hay unas cuevas, que fueron los primeros lugares de meditación de los Siete Santos Fundadores.
Abbazia di Vallombrosa
La abadía de Vallombrosa es muy antigua, fue fundada en 1036 por San Giovanni Gualberto, monje benedictino, fundador de la orden de Vallombrosa basada en la vida común y en la austeridad, la pobreza, el rechazo de los dones y las protecciones. La estructura original del complejo era diferente respecto a la que conocemos hoy en día, esto se debe a que, a lo largo de los siglos, la abadía fue ampliada hasta llegar a su aspecto actual a finales del siglo XV.
La imponente torre fue construida en el siglo XVI; la fachada de la iglesia se remonta al siglo XVII, mientras que la decoración del interior se completó en el siglo siguiente. En el denso bosque, elegido por San Giovanni Gualberto como lugar para rogar y meditar, se encuentran capillas y tabernáculos que cuentan la historia de la vida del Santo, construidos entre los siglos XVI y XVII. La torre acoge un museo de arte sacro.
En julio y agosto los monjes organizan visitas guiadas en la Abadía.
Basilica di Santa Maria all'Impruneta
Santa Maria all'Impruneta es uno de los santuarios marianos más famosos de la Toscana. Su fama se basa en el culto a la venerada Imagen de la Virgen y a su milagroso hallazgo.
La tradición cuenta que la Santa Imagen de la Virgen, pintada por el evangelista Lucas, fue llevada a la Toscana por San Rómulo y sus seguidores, quienes, debido a las persecuciones, la enterraron para ocultarla. La tradición del hallazgo de la Virgen tiene su primera constancia escrita en la crónica del Pievano Stefano Buondelmonti.
La basílica fue consagrada el 3 de enero de 1060. En el siglo XIV se transformó en Santuario, cuando creció la devoción a la imagen de María. La iglesia se transformó y amplió a lo largo de los siglos . La transformación más importante tuvo lugar en 1714 por el arquitecto Alessandro Saller.
La iglesia, consagrada como basílica menor en 1925, se vio abrumada por los insensatos bombardeos del 27 y 28 de julio de 1944, que destruyeron la mayor parte de las estructuras barrocas y dañaron gravemente muchas obras de arte. Sólo la imagen sagrada de la Virgen no resultó dañada.
Con motivo del Jubileo 2025, la Basílica de la Impruneta es una iglesia jubilar.