Se sitúa en el palacio medieval construido por el Capitano del Popolo (capitán de los guardias destinados a mantener el orden público) y que más tarde pasó a ser una prisión; en el siglo XIX el palacio fue restaurado y convertido en museo, dedicado sobretodo a la escultura del Renacimiento. En la planta baja se encuentra la Sala del siglo XVI con cuatro estatuas de Michelangelo y obras de Sansovino, Giambologna y Cellini. El salón del siglo XVIII en la primera planta alberga obras de Donatello, como el Dávid y el San Jorge, y de escultores del primer Renacimiento florentino: el Sacrificio de Isaac, en las dos versiones de Brunelleschi y Ghiberti que se realizaron por el concurso de la segunda puerta del Baptistero di San Giovanni, y obras de Luca della Robbia y Desiderio da Settignano; en la segunda planta se encuentran esculturas toscanas de la segunda mitad del siglo XV, entre las que hay la célebre ‘Dama col mazzolino’ (Dama con el ramo de flores) de Verrocchio y obras de Rossellino, Pollaiolo y otros más. En la capilla hay una serie de frescos de Giotto donde se reconoce un retrato de Dante. Las colecciones del museo incluyen una importante colección de arte menor gótica y renacentista (marfiles, objetos de oro y otros metales preciosos, cerámicas, armas, bronces y medallas), junto con un panorama completo de la mayólica italiana a partir del siglo XV: destacan las salas dedicadas a las terracotas vidriadas de los hermanos Della Robbia.
Museo Nazionale del Bargello
Via del Proconsolo, 4, 50122 Firenze FI, Italia
Acera con bordillo rebajado en el paso de peatones. Las salas del museo son todas accesibles; los desniveles se pueden superar mediante rampas (algunas bastante empinadas, pedir ayuda) y un ascensor (medidas estándar). Algunos umbrales están ligeramente elevados. También se puede acceder a la Sala del Cinquecento desde la tienda de regalos. Hay dos salidas, con puertas de cristal, en el patio. Un aseo adaptado se encuentra en la segunda planta.
Los invidentes pueden utilizar audioguías en varios idiomas y pueden tocar las estatuas con guantes de algodón o látex.