Farmacias históricas en Florencia

La Officina Profumo-Farmaceutica de Santa Maria Novella es una de las farmacias más antiguas del mundo. Sus origenes remontan al siglo XIII, cuando los frailes dominicos llegaron a Florencia y empezaron la actividad de atención médica para los enfermos y luego, a partir de 1381, empezaron a crear sus propios preparados medicamentosos como por ejemplo el Agua de Rosas, considerada muy eficaz como desinfectante de ambiente (sobre todo en caso de epidemia) y también como medicamento diluido en el vino o para tomar píldoras.

El 1612, puede considerarse sin duda el año de la fundación de esta farmacia dominica, cuando se hacen nuevos experimentos farmacéuticos que la hacen famosa. El director del tiempo era Fray Angiolo Marchissi, químico y alquimista (una forma de arte muy renombrada en aquella época), que impulsó la fama de la farmacia hasta llamar la atención del Gran Duque de Toscana, que quiso “bautizarla” con el nombre de “Fonderia di Sua Altezza Reale” (Fundición del Rey).

Muchas esencias y perfumes fueron creados durante la época renacentista para Caterina de' Medici y famosa es la historia que cuenta como Caterina trajo su agua de colonia luego conocida como “Agua de la Reina” a Paris. Otros preparados famosos son el Vinagre Aromatizado o de los Siete Ladrones (siglo XVII) útil en caso de desmayo y el Agua de Santa Maria Novella (conocida como Agua Antihistérico por su acción sedante y antiespasmódica) creada en 1614 por el mismo Fray Angiolo Marchissi. Entre los licores más famosos recordamos el alkermes, el Licor de los Medici y el Elixir de Edimburgo (licor digestivo precioso).

La herboristería, ósea el estudio y la cultivación de las hierbas medicamentosas, en esta época conoce un fuerte impulso tanto en la producción como en su utilizo cotidiano. Este antiguo “taller” sigue inventando nuevos y exclusivos productos muy apreciados en todo el mundo y entre sus creaciones recordamos la del perfume de la Reina de Inglaterra, Isabell II, por su 50º cumpleaños. Hoy en día, En el complejo de via della Scala se hace sólo la venta de los productos, mientras que la producción se ha trasladado a una fábrica en via Reginaldo Giuliani, que se puede visitar y donde se imparten cursos para los estudiantes universitarios de la Facultad de Farmacia.

El edificio de via della Scala está decorado con frescos que remontan a la primera mitad del siglo XIX, así como el mármol del suelo (1840), las salas están decoradas con 40 jarrones del siglo XVII, mientras que el mobiliario remonta a los años entre 1700 y 1840. Al interior una de las salas más preciosas es la sacristía de la capilla de San Niccolò que a partir del siglo XVII es la jofaina para el agua destilada, de aquí el nombre "sala del agua". Las paredes están adornadas con frescos que representan la "Pasión de Cristo", probablemente obra de Mariotto di Nardo, activo entre 1394 y 1424. En la parte de la farmacia donde se hace la venta se organizan también eventos importantes como conciertos, conferencias, presentaciones de libros y exposiciones de pintura. Es posible visitar la farmacia y las salas del museo a lado.

En 1897, el farmacéutico alemán Münstermann fundó su propia botica, la primera en Florencia en introducir los tratamientos homeopáticos. El buen éxito de la farmacia se refleja ya a partir de 1908 con una nueva sede en Piazza Goldoni, cuando también cambia de nombre tomando el de Farmacia Angloamericana y conservándolo hasta 1935.

El mobiliario que podemos admirar hoy en día es el original y remonta al siglo XIX; a pesar de los cambios ocurridos, como las intervenciones a principio del siglo XX para facilitar la nueva línea tranviaria y los daños causados por la inundación de 1966, el edificio guarda su carácter original y los productos en venta siguen basándose en las antiguas recetas artesanales.

La Farmacia della Stazione se encuentra en su sede actual, en via Panzani, desde febrero de 1953, y está caracterizada por dos ventanas enmarcadas por dos arcos de medio punto que miran hacia la calle. El mobiliario remonta a los años ‘50 y su diseño interior, innovador por aquella época, se compone de unos armarios de pared en madera pintados de rojo. Los dos propietarios continúan la tradición y siguen preparando los medicamentos galénicos en el laboratorio atrás.

La esquina entre Via Ginori y Via Guelfa era conocida como Canto alle Macine, cerca del antiguo curso del arroyo Mugnone, donde Boccaccio sitúa la casa del ingenuo Calandrino. La histórica farmacia del Canto alle Macine, ahora llamada Farmacia Franchi, remonta a los principios del siglo XV, como indica la inscripción dorada sobre fondo negro sobre la puerta que da acceso a la parte trasera de la tienda, con las palabras "Antica farmacia al Canto alle Macine fondata nell’anno 1427" (Antigua farmacia Canto alle Macine fundada en 1427).

El mobiliario de la tienda remonta a principios del siglo XX y consiste en una serie de estanterías con dos puertas de madera natural, dispuestas en tres paredes, y un mostrador adornado por una serie de pilastras.

La farmacia es famosa por la venta de medicamentos tradicionales y de remedios homeopáticos, herbales y cosméticos, muchos de los cuales son específicos para el cuidado de la piel.

Situada en la sede histórica del Arte di Calimala, en la esquina entre Via Calzaiuoli y Via Porta Rossa, la Farmacia Molteni es una de las más antiguas de Florencia, algunos documentos hablan de su existencia ya a finales del siglo XIII. La antigua farmacia en origen tenía como signo un diamante y por eso la esquina de esa calle se llamaba "Canto al Diamante".

Se dice que Dante, inscrito en el registro del Arte dei Medici e degli Speziali (Colegio de Médicos y Farmacéuticos), frecuentaba la farmacia. Desde el principio los dueños fueron familias nobles y entre sus clientes destacan sobre todo los miembros de las familias más poderosas de la ciudad, de la Signoria y del Gran Ducado. En 1892 tomó su nombre actual, Farmacia Molteni, y el director, Alfredo Alitti, creó un laboratorio en la parte trasera de la farmacia - el primero en Italia en producir ampollas estériles y el Steridrolo Molteni (desinfectante en polvo) - que también fue utilizado por el ejército italiano durante la campaña de África.

El exterior de la farmacia sigue mostrando su antiguo aspecto medieval, con sus puertas de madera y con cerraduras originales, mientras que el interior fue renovado casi por completo en el siglo XIX, con estucos dorados sobre fondo crema de estilo neoclásico y mobiliario con incrustaciones y adornos dorados, obra del escultor florentino Giovanni Duprè (1817-1882).

Fundada en el corazón de la Florencia renacentista en 1752, fue la sede de una serie de demostraciones científicas realizadas por el médico Girolamo Niccolò Branchi della Torre, que fue encargado por el Gran Duque de Toscana de fundar la primera escuela de química moderna en Pisa.

A mediados del siglo XIX se convirtió en lugar de encuentro para intelectuales y poetas, contribuyendo así al debate cultural y político de la época. La Farmacia del Cinghiale continúa con la producción propia de remedios naturales para el cuidado y la belleza del cuerpo, que son el resultado de la fusión entre las antiguas recetas y la moderna tecnología.

Fundada en el siglo XIV, es una de las farmacias más antiguas del mundo y al interior una placa recuerda "el farmacéutico Matteo Palmieri, historiador, moralista y poeta, ejemplo de vida sencilla y laboriosa, que trabajó en esta farmacia".

Anteriormente, la botica estaba situada en la esquina de Via Verdi y Via Pietrapiana, esta calle era antiguamente conocida como Canto alle Rondini, por el escudo de armas que adornaba el edificio de propiedad de la familia Uccellini: un vuelo de golondrinas plateadas en un cielo rojo. A principios del siglo XX, el arquitecto Adolfo Coppedè realizó el mobiliario neogótico y encargó a Umberto Bartoli la realización de un tabernáculo de marco medieval, que guardaba una escultura de la Virgen rodeada por una guirnalda de golondrinas. En 1938, las autoridades fascistas planearon una reorganización urbanística y por eso el edificio donde se encontraba la antigua botica fue demolido. En 1962 en la zona donde un tiempo quedaba la farmacia fue construido el nuevo oficio postal, por un proyecto de Giovanni Michelucci, mientras que la farmacia con su tabernáculo encontró su actual ubicación en Via Pietrapiana. El mobiliario y los diseños interiores, así como el techo formado por lacunares de madera, se basan en el proyecto de Coppedè.

El mostrador en particular tiene mucho valor y la pintura al óleo con el cual está decorado representa la ayuda a los enfermos y lateralmente unos paneles con símbolos y referencias al Arte degli Speziali (Colegio de Farmacéuticos). La inundación de 1966 dañó el tabernáculo, que mantuvo la guirnalda de golondrinas, pero perdió la estatua de la Virgen.

La farmacia guarda también un busto de terracota que representa a Dante "el farmacéutico divino".

En 1561, el farmacéutico Domenico di Vincenzo di Domenico Brunetti, inscrito al Arte dei Medici e degli Speziali (Colegio de Médicos y Farmacéuticos), trasladó aquí su farmacia, que ya albergaba la botica dirigida por las monjas benedictinas de San Niccolò. Esta información es la primera noticia que nos habla del nacimiento de la Farmacia SS. Annunziata, especializada desde su origen en medicamentos galénicos y productos para la higiene y la estética de la piel.

El mobiliario remonta al siglo XVII y consta de tres extenderías de madera oscura con decoraciones de follaje dorado, mientras que el mostrador fue destruido por la inundación de 1966. La Farmacia guarda también unos antiguos botes de farmacia de porcelana de Fabricación Ginori.

Hoy en día la farmacia continúa con su actividad de producción de preparados de calidad y personalizados, en un conjunto entre la tradición y el utilizo de máquinas de vanguardia y de nuevas materias primas.

La actividad de la farmacia de Via de' Serragli está documentada desde 1880, ubicada en la esquina con Via della Chiesa, en uno de los barrios más tradicionales y populares de la ciudad.

El mobiliario, las extenderías y las vitrinas, en origen eran decorados en acuerdo con los gustos del primer propietario, el Dr. Dylan, pero luego el azul fue sustituido por el blanco y, en 1998, el diseño interior y el mismo mobiliario fueron restaurados manteniendo una uniformidad que sigue constituyendo el valor primario.

Se habla por primera vez de la farmacia de piazza San Felice en el siglo XV por Galeazzo Cora en un papel sobre la historia de la mayólica en Florencia y en los alrededores ("storia della Maiolica di Firenze e del contado"), y luego en forma oficial en el registro del catastro florentino en 1427, donde están registradas las propiedades de Cenni di Nicolò farmacéutico y de su esposa. En 1498, siempre el catastro registra la propiedad bajo Bartolo di Giovanni farmacéutico.

A partir del siglo XVIII, la historia de la farmacia se funde con la botica del Gran Ducado. En 1775-76, nace la nueva farmacia del Gran Ducado bajo el nombre de "Meridiana" en Boboli, así que si en origen esta era anexa al Palacio Pitti, luego se trasladó en Piazza San Felice. Los documentos del Archivo de Estado entre 1774 y 1776 relativos a los gastos de las obras reales (“i conti dello Scrittoio delle Reali Fabbriche”), se ponen en evidencia los trabajos hechos por el horno y la farmacia, ambos situados en piazza San Felice. Los documentos del arquitecto de Corte, Gaspero Maria Paoletti, muestran como la nueva farmacia ya se encontraba en el edificio donde queda ahora; probablemente la botica estaba en el primer piso mientras que los “hornos” del Gran Duque en la planta baja. Alrededor de 1805, el arquitecto Pasquale Poccianti recibió el encargo de estudiar el traslado de la farmacia a la planta baja. A principios del siglo XIX, todos los palacios de la zona eran de propiedad del Gran Ducado excepto que el palacio registrado en el catastro como "casa y farmacia" cuyo propietario era Gaspero Puliti, uno de los farmacéuticos de corte. Se deduce que la farmacia pasa en la planta baja en estos años, cuando el Gran Ducado cede la propiedad de la farmacia a Puliti, que con su pasada experiencia dentro de la farmacia de corte garantiza la continuidad de la tradición.

El mobiliario de la trastienda remonta a la época del Gran Ducado y tanto el esquema decorativo (con el sistema de nichos y jarrones) como en las referencias simbólicas y alusivas a las actividades medicamentosas (con los bustos de Hipócrates y Galeno) lo demuestran. También el mostrador remonta al siglo XVIII, tiene la forma de una alubia con una encimeras de mármol de Carrara y a los lados unos cajones.

En la farmacia hay varios instrumentos de vidrio y cerámica, algunos de los cuales pertenecieron al Dr. Targioni, que asumió la dirección de la farmacia durante el siglo pasado y abrió una sucursal en Vallombrosa. La parte destinada a la venta, tiene un mobiliario que remonta a la primera mitad del siglo XIX, cuando la farmacia abrió al público. Hoy en día la Farmacia Pitti, dirigida por el Dr. Pacenti, tiene la entrada en piedra serena con un letrero y unas decoraciones simbólicas que recuerdan el Colegio de los Farmacéuticos (l’Arte degli Speziali).

La farmacia se encuentra en un edificio del siglo XV, el Palazzo Dati, en la plaza de Santo Spirito. Fue fundada por Gilda Bacci en 1908, para pasar luego a Dante Castellani y por fin a la familia Zangirolami. Según las informaciones contenidas en los documentos oficiales es posible remontar a los primeros dueños, cuando en el siglo XVI el palacio pertenecía a uno de los farmacéuticos más famosos de la ciudad: Anton Francesco Grazzini.

La Farmacia Santo Spirito al interior mantiene su mobiliario original, ósea estanterías blancas con vitrinas, enmarcadas por columnas de madera que sostienen repisas con jarrones de porcelana.

De recién los propietarios actuales realizaron una importante obra de restauración que ha devuelto el mobiliario a su estado original.