Giotto en Florencia

La Madonna col Bambino de San Giorgio alla Costa es considerada la obra pictórica más antigua realizada por completo por Giotto en 1290, una pintura al temple sobre fondo de oro; realizada en origen para la iglesia de San Giorgio alla Costa, y hoy guardada dentro del Museo dell’Opera del Duomo. En origen la forma del cuadro tenía que ser cúspide por encima pero luego asumió su forma arqueada. Quedó muchos años dentro del depósito de la iglesia de Santo Stefano al Ponte y fue gravemente perjudicada durante el atentado de via dei Gergofili en 1993. El Opificio delle Pietre Dure se ocupó de su restauración.

Justo en el medio de la nave principal de la iglesia se encuentra este majestoso Crucifijo flotante. La representación de Cristo es totalmente revolucionaria porque tiene un aspecto humano, que sufre y expresa el dolor que siente, reconociendo así la dimensión terrenal de Cristo. Las manos son maravillosas. A los lados están representados San Giovanni Evangelista y la Virgen.

Esta obra, conocida también como la Madonna col Bambino en Majestad, consta de un trono, hábilmente escorzado, sobre el que está sentada la Virgen y el Niño en su regazo, alrededor se encuentra una hilera de ángeles y Santos. La Majestad es una obra caracterizada por un extremo naturalismo y fue realizada por Giotto cuando él era ya famoso y muchísimos eran los que pedían sus obras. Lo que se puede ver en este cuadro es como las decoraciones casi desaparecen dejando la escena a los cuerpos, modelados por luces y sombras.

El Políptico es unas de las obras maestras de Giotto y también un símbolo del arte italiano. Se compone de cinco compartimentos y en la cima hay una cúspide de forma triangular: en el centro la imagen de la Madonna col Bambino, en medio cuerpo; los otros compartimentos son representados siempre en medio cuerpo, empezando por la izquierda: San Nicola de Bari, Giovanni Evangelista, San Pietro y San Benedetto, finalmente dentro de las cúspides están representados los ángeles y en el centro Cristo bendiciendo. La obra pictórica fue realizada por la Badia Fiorentina, una de las iglesias más importantes de Florencia, entre finales del siglo XIII y principio del XIV.

Esta obra en origen estaba colocada sobre el presbiterio de la iglesia, justo al lado de la otra obra de Giotto, la famosa Maestà, ahora guardada dentro de los Uffizi. El Crucifijo de Ognissanti fue identificada como realmente hecha por Giotto sólo después de las obras de restauración. Cabe subrayar el estudio anatómico y la expresión de dolor de Cristo. A los lados de la cruz están la Virgen María y San Giovanni.

Giotto realizó esta obra utilizando la técnica de la pintura en seco para pintar los frescos de la Capilla Peruzzi, hoy visibles sólo en parte a causa del deterioro de los frescos. Esta serie de pinturas fue “ocultada” durante el siglo XVIII y descubierto en 1840. La escena pictórica se caracteriza por un ritmo maduro y calibrado, el drapeado de las figuras, en estilo clásico, exalta sus majestuosidades y finalmente la estructura arquitectónica de las escenas está orientada en dirección a los espectadores. Las escenas pictóricas se leen de arriba hacia abajo: a la derecha hay las escenas de la vida de San Giovanni Evengelista y a la izquierda las historias de la vida de San Giovanni Battista.

La Capilla Bardi fue realizada diez años después de la cercana capilla Peruzzi y es considerada como el testamento artístico de Giotto. Las pinturas en seco reproducen escenas de la vida de San Francesco, rodeadas por unos Santos franciscanos. El artista pinta dos muros divididos en tres recuadros, donde la luz de las ventanas baña la arquitectura ficticia. Las escenas se leen de una pared a la otra, de arriba hacia abajo. Al exterior, por encima del arco hay la escena de la Estigma de San Francesco.

Esta obra en origen parte de un políptico, fue realizado en el último periodo artístico del pintor (1330 ca), probablemente después de la Capilla Bardi. Santo Stefano está representado con unas piedras sobre la cabeza, relacionadas a su martirio, y a la mano derecha lleva un libro con decoraciones preciosas; también la túnica está finamente decorada y el drapeado está representado con un raro realismo.

Los frescos dentro de la capilla del Podestà, en el Museo Nazionale del Bargello, fueron realizados en la última fase artística de la vida de Giotto. En la “Sala di Michelangelo e della scultura del Cincquecento” (es decir la sala dedicada a Michelangelo y a la escultura en el siglo XVI) admiramos el fresco de la Madonna sobre el trono con las alegorías de los barrios florentinos. Giotto cumplió con las escenas pictóricas el mismo año de su muerte, así que muchas fueron las intervenciones por sus discípulos. Entre las historias que aquí están representadas, recordamos las Historias de la Magdalena y el Juicio Universal; en esta última la representación más llamativa es la del Paraíso y las figuras (entre ellas Dante) pintadas se consideran como obras autógrafas del artista, en la última parte de su vida.

En 1334 Giotto asume la dirección de la construcción de la obra de Santa Maria del Fiore y en particular del Campanario. A él se deben las decoraciones policromas y sus relieves iconográficos. Los artesones, en cambio, fueron utilizados por Andrea Pisano, Alberto Arnoldi, Maso di Banco y representan escenas del Antiguo Testamento, las Artes vulgares (liberales y mecánicas), los planetas, las Virtudes, los Sacramentos, pero según la opinión de alguien también Giotto realizó unos dibujos preparatorios de los artesones. Giotto mantuvo la dirección de la obra hasta su muerte (1337), después fue Andrea Pisano a tomar la dirección.